El derecho invisible: la salud mental en la infancia

1 de cada 5 niños tiene problemas de salud mental

El derecho de un niño a estar sano, es algo que nadie se atrevería a poner en duda. Pero, cuando hablamos de salud mental, entran en juego varios factores que hacen que la salud, en este caso, mental, esté infravalorada y, en muchos casos, vulnerada.

Cuando hablamos de salud mental, el hecho de que sus síntomas no sean tan visibles como en las enfermedades físicas, nos hace, inconscientemente, minimizar la importancia de cualquier tipo de problema emocional o psicológico. 

Sin embargo, al tratarse de niños y niñas, la salud mental es más difícil de diagnosticar si no hay un cuadro clínico claro. Se suele pensar que los más pequeños no tienen problemas lo suficientemente graves como para que su salud mental se vea afectada, pero no tiene nada que ver. El bienestar psicológico y emocional de los pequeños es un elemento que va a afectar profundamente tanto a su desarrollo cognitivo como a su crecimiento.

El derecho invisible: la salud mental en la infancia

  1. Desafíos en el Reconocimiento: A pesar de que el estigma ha avanzado bastante en los últimos años, la salud mental continua siendo un tema al que muchas veces se nos olvida darle la suficiente importancia. Si nos centramos en esta problemática durante la infancia, una etapa vital tan importante, es imprescindible saber cómo reconocer las alarmas de que algo no está funcionando del todo bien. Algunos de los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de evaluar un posible problema psicológico son los siguientes:
  • Tristeza persistente durante dos semanas o más.
  • Hablar sobre la muerte o el suicidio.
  • Cambios drásticos del estado de ánimo, del comportamiento o de la personalidad.
  • Cambios en los hábitos alimenticios.
  • Pérdida de peso.
  • Dificultad para dormir.
  • Dolores frecuentes de cabeza o de estómago.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Cambios en el rendimiento académico.
  • Evitar o faltar a la escuela.

2. Obstáculos para la detección: La infancia, de por sí, es una etapa que conlleva múltiples cambios. Teniendo en cuenta que cada enfermedad mental o problema emocional afecta a cada persona de una manera diferente y, la edad también interfiere en la forma en la que puedan aparecer los síntomas. Además, si consideramos que los niños pueden tener dificultades a la hora de comunicarse o de expresar verbalmente cuáles son sus sentimientos. También, puede afectar en la detección de estos problemas el, aunque cada vez menos presente, estigma sobre la salud mental que puedan tener los padres y que pueden interponerse en el proceso de mejora de sus hijos e hijas. 

3. Cómo acompañar a nuestros hijos e hijas. Si observamos que nuestros pequeños pueden tener algún problema (por muy pequeño que sea) relacionado con la salud mental, es importante hacerles ver que, como figura paternal, somos sus pilares de apoyo, y que pueden contar con nosotros para cuidar de ellos, independientemente de su situación o estado. Por eso es importante seguir una serie de consejos como:

  • Aprende más sobre la enfermedad.
  • Considera el recibir asesoramiento familiar que involucre a todos los integrantes en el proceso de tratamiento.
  • Pide consejo a un profesional de salud mental sobre cómo responder y actuar con tu hijo en situaciones difíciles.
  • Inscríbete en programas de capacitación para padres, en particular los diseñados para padres de niños con enfermedades mentales.
  • Encuentra actividades que te hagan disfrutar y relajarte con tu hijo.
  • Valora las virtudes y destrezas de tu hijo.
  • Colabora con el centro educativo de tu hijo para garantizar la ayuda adecuada.

Puede parecer obvio, sin embargo, apoyar a nuestros niños y niñas en su bienestar emocional es una tarea fundamental que requiere de nuestra comprensión, apoyo y amor. No debemos ignorar ni minimizar los posibles problemas que puedan tener, sino buscar la ayuda profesional adecuada. Así, podremos contribuir  a su desarrollo personal, social y académico, y a su felicidad en esta etapa tan importante de su vida.

Aldeas Infantiles SOS y la educación en valores

En Aldeas Infantiles trabajamos para que los niños puedan ser niños: que jueguen, exploren, disfruten y se diviertan a la vez que fomentan sus potenciales y talentos. Sabemos que todos los niños, niñas y adolescentes tienen dones especiales que se pueden potenciar a través de la educación en valores, la cultura y el desarrollo de habilidades que les ayuden en su presente y en su futuro. 

Nuestros Programas Educativos Abraza tus valores y Párate a pensar tienen el objetivo de contribuir a que niños, profesores y padres reflexionen en torno a valores que consideramos necesarios para el desarrollo personal y social del niño y joven. 

El Programa Abraza tus Valores está dirigido a niños entre cuatro y doce años (Educación Infantil y Primaria). Y Párate a Pensar está orientado a jóvenes entre doce y dieciséis años (Educación Secundaria). Como complemento a los Programas Educativos y dirigidos a familias y profesores, contamos con ¡Menudo Dilema! que permite plantear a los niños y jóvenes cuestiones éticas a las que se enfrentan en la vida cotidiana.

Para saber más sobre nuestros programas educativos, puedes consultar este enlace: https://www.aldeasinfantiles.es/nuestros-programas/educacion-en-valores